Un año en Fairy Oak
Un diario a cuatro manos. En la escuela, durante el recreo, a mi hermana Pervinca y a mí se nos a ocurrido esta idea. Y como nunca pensamos lo mismo sobre nada... Quiero decir que, si a mí me preguntas qué tiempo hace y luego se lo preguntas a ella, por lo que te contestemos podrías pensar que vivimos en pueblos distintos. Pongamos que hay una nube en el cielo: ella dirá que está nublado y que en vez en cuando sale el sol, mientras que yo diré que hace sol y que aquella nube... ¿Que nube? ¡¿Ves!?
O bien, si en la playa hay cuatro personas, puede que ella tuerza el gesto y refunfuñe "¿Quienes son toda esa gente?", mientras que yo gritaré siempre "¡Viva!"
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