Ella está en la banda del bosque:
-Ya ha nacido!!!
Pasado algún tiempo:
Chloe era la hermana pequeña de Keily, tenia 4 años y medio, tenia el pelo rubio clarísimo y los ojos color verde esmeralda, la chiquilla era muy curiosa como su hermana. Nadie confiaba en ella, excepto Keily, Daisy, su madre y su hermano.
Por su cumple de nacimiento le regalaron un perro y un peluche.
Su peluche se llamaba Rebeco. Era un oso en forma de almohada, su cuerpo azul y su cara y cola de color canela, también tenia los ojos negros.
Su perrito se llama Quin y era de raza labrador, era de color blanca como la nieve y los ojos los tenia marrones.
Chloe casi siempre llevaba lo mismo, un vestido coqueto que se lo hizo la madre de Daisy, era color naranja y tenia un delantal pegado de color blanco y unas amapolas amarillas. Se ponía una felpa amarilla.
Ese mismo día se vistió de la misma manera.
-Keily, quiero ir contigo
-Lo siento, pero la respuesta es no
-Nunca me dejas
-Ya lo se
-¿Porque no me dejas?
-¡¡¡Porque a mi no me da la gana de que vengas!!!
Chloe se puso muy triste:
-¡¡¡Mama!!!¡¡Keily me ha chillado!!
-Vale, vale...¡mira es el hada de los dientes!
Chloe se fue a buscar al hada de los dientes, pero cuando volvió Keily estaba trepando por un árbol y se fue.
Chloe estaba tan disgustada y a la vez tan enfadada que decidió ir detrás de Keily.
Ella iba saltando de árbol en árbol y Chloe la seguía por debajo.
Chloe se dio cuenta de que iba a bajar del árbol a si que se escondió en un arbusto y observo lo que pasaba.
Keily saco de su bolso una flauta de plata y empezó a hacer música con ella.
Cuando dejo la flauta otra vez en su bolso, aparecieron tres chicos y al rato llego Daisy.
-Bien, Keily has tardado mucho en tocar la flauta
-Es que Chloe otra vez...
-Te estaba pidiendo acompañarte
-Exactamente
-Mientras no sepa esto- dijo Fuego
-No creo que se lo pueda ocultar más, es muy blanda
-Como vuelvas a decir eso Destrucción yo si que voy a hacer una destrucción
-Juego de palabras, no esta nada mal para ser una chica- dijo Destrucción.
Entonces ya se hartó Keily y le hizo una llave ha Destrucción.
Entonces Fuego y Rayo empezaron a reírse:
-Tenias que haberte visto -dijo Rayo
-Ahora quien es el blando -dijo Keily
-Keily, no seas así, podrías haberle hecho daño -dijo Daisy
-No seas aburrida Daisy
-Bah...a ti no te importa nada
-Bueno, si podemos hacerlo ya- dijo Fuego
Los tres chicos se fueron y mientras Keily y Daisy cogieron de la maleta de Daisy unas herramientas y unos clavos. Después llegaron los chicos con tablas de madera y una gran escalera.
Chloe ya se había percatad de que iban a hacer una casa en un árbol.
Eligieron el más alto de todos y el más antiguo.
Empezaron a construir la casa.
Chloe decidió irse porque se aburría estar ahí escondida.
Así que se fue sin que la descubrieran, y pasito tras pasito se fue lejos del bosque hasta la explanada de su casa.
Entró en su casa, subió las escaleras y se encerró en su cuarto.
-Hola Quin, te lo has pasado bien
-Si
-¿Como has dicho?
-Que si
-¡¿Ha...hablas?!
-Si, pero eso no es lo raro, es que tu hablas con los animales, no nosotros contigo.
Entonces para estar segura de que no está loca llamo a Diablo:
-¡Diablo, ven chico!
Llegó a su cuarto:
-Chloe mejor que no me llames chico
-Vale, no estoy loca, pero Keily tambien lo tiene ¿no?
-No, tu eres la unica- dijo Quin
Ya se estaba empezando a marear así que se metió en su cama y se durmió.
Por su cumple de nacimiento le regalaron un perro y un peluche.
Su peluche se llamaba Rebeco. Era un oso en forma de almohada, su cuerpo azul y su cara y cola de color canela, también tenia los ojos negros.
Su perrito se llama Quin y era de raza labrador, era de color blanca como la nieve y los ojos los tenia marrones.
Chloe casi siempre llevaba lo mismo, un vestido coqueto que se lo hizo la madre de Daisy, era color naranja y tenia un delantal pegado de color blanco y unas amapolas amarillas. Se ponía una felpa amarilla.
Ese mismo día se vistió de la misma manera.
-Keily, quiero ir contigo
-Lo siento, pero la respuesta es no
-Nunca me dejas
-Ya lo se
-¿Porque no me dejas?
-¡¡¡Porque a mi no me da la gana de que vengas!!!
Chloe se puso muy triste:
-¡¡¡Mama!!!¡¡Keily me ha chillado!!
-Vale, vale...¡mira es el hada de los dientes!
Chloe se fue a buscar al hada de los dientes, pero cuando volvió Keily estaba trepando por un árbol y se fue.
Chloe estaba tan disgustada y a la vez tan enfadada que decidió ir detrás de Keily.
Ella iba saltando de árbol en árbol y Chloe la seguía por debajo.
Chloe se dio cuenta de que iba a bajar del árbol a si que se escondió en un arbusto y observo lo que pasaba.
Keily saco de su bolso una flauta de plata y empezó a hacer música con ella.
Cuando dejo la flauta otra vez en su bolso, aparecieron tres chicos y al rato llego Daisy.
-Bien, Keily has tardado mucho en tocar la flauta
-Es que Chloe otra vez...
-Te estaba pidiendo acompañarte
-Exactamente
-Mientras no sepa esto- dijo Fuego
-No creo que se lo pueda ocultar más, es muy blanda
-Como vuelvas a decir eso Destrucción yo si que voy a hacer una destrucción
-Juego de palabras, no esta nada mal para ser una chica- dijo Destrucción.
Entonces ya se hartó Keily y le hizo una llave ha Destrucción.
Entonces Fuego y Rayo empezaron a reírse:
-Tenias que haberte visto -dijo Rayo
-Ahora quien es el blando -dijo Keily
-Keily, no seas así, podrías haberle hecho daño -dijo Daisy
-No seas aburrida Daisy
-Bah...a ti no te importa nada
-Bueno, si podemos hacerlo ya- dijo Fuego
Los tres chicos se fueron y mientras Keily y Daisy cogieron de la maleta de Daisy unas herramientas y unos clavos. Después llegaron los chicos con tablas de madera y una gran escalera.
Chloe ya se había percatad de que iban a hacer una casa en un árbol.
Eligieron el más alto de todos y el más antiguo.
Empezaron a construir la casa.
Chloe decidió irse porque se aburría estar ahí escondida.
Así que se fue sin que la descubrieran, y pasito tras pasito se fue lejos del bosque hasta la explanada de su casa.
Entró en su casa, subió las escaleras y se encerró en su cuarto.
-Hola Quin, te lo has pasado bien
-Si
-¿Como has dicho?
-Que si
-¡¿Ha...hablas?!
-Si, pero eso no es lo raro, es que tu hablas con los animales, no nosotros contigo.
Entonces para estar segura de que no está loca llamo a Diablo:
-¡Diablo, ven chico!
Llegó a su cuarto:
-Chloe mejor que no me llames chico
-Vale, no estoy loca, pero Keily tambien lo tiene ¿no?
-No, tu eres la unica- dijo Quin
Ya se estaba empezando a marear así que se metió en su cama y se durmió.
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